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Extintores, en primera línea de fuego - Valora Prevención
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Extintores, en primera línea de fuego

¿Sabías que… en solo 30 segundos un pequeño conato de incendio puede convertirse en un incendio de cierta magnitud?

¿En 2 minutos un incendio tiene potencial para acabar con su vida?

¿En 5 minutos su centro de trabajo o su vivienda pueden estar destrozados por las llamas?

¿A qué distancia se encuentra del parque de bomberos? ¿Y del extintor más cercano?

Sin tener que recurrir a estadísticas, es fácilmente constatable que el porcentaje de población que sabe utilizar “bien” un extintor es muy bajo.

Desde los Servicios de Prevención, nos encargamos de que los trabajadores reciban la formación adecuada, ponemos a su disposición material divulgativo y sobre todo tratamos de concienciar de la ventaja que puede suponer contener o llegar a sofocar un incendio en sus primeras fases haciendo uso de un extintor de incendios. Pero nada de esto llegará a cobrar sentido si los trabajadores no tienen localizados los extintores dentro de su centro de trabajo.

En el año 2012, un estudio de Alan D. Castel, Michael Vendetti y Keith J. Holyoak “Fire drill: Inattentional blindness and amnesia for the location of fire extinguishers (Ceguera y amnesia no intencionada para la ubicación de los extintores de incendios)”, concluyó que solo un 24% de la muestra de población del estudio conocía la situación exacta del extintor de incendios más próximo a su puesto de trabajo, y es que, a pesar de estar situados en zonas perfectamente accesibles y visibles y de tener la mayoría de la veces ese rojo RAL 3000 tan característico, la mayor parte de la población trabajadora no es consciente su ubicación a pesar del hecho de que los han visto tan a menudo en su entorno de trabajo.

El primer extintor del que se tiene constancia fue patentado en Inglaterra en 1723 por Ambrose Godfrey, se trataba de una rudimentaria bomba de agente extintor ya que consistía en un recipiente de líquido que contenía una pequeña cantidad de pólvora que al explotar dispersaba la solución.

Tendrán que pasar casi 100 años para que al capitán británico George William Manby en 1818 sentara las bases de los extintores secos modernos, creando un recipiente de cobre que contenía una solución de carbonato potásico con aire comprimido.

Entre ambas guerras mundiales se producen dos hechos relevantes para el desarrollo de la tecnología del extintor portátil ya que en 1924, la Walter Kidde Company desarrolla el extintor de dióxido de carbono en los EE.UU. bajo petición de la Bell´s Telephone Company que buscaba un agente extintor no conductor de la electricidad para sus centrales telefónicas y la empresa DuGas en 1928 desarrolla un extintor de químicos seco operado por cartucho, que utilizaba bicarbonato de sodio especialmente tratado para hacerlo fluir libremente y resistente a la humedad.

Ya en la década de 1950, se empiezan a comercializar y a implantar pequeñas unidades de productos químicos secos para uso particular.

En España la Ordenanza General de Seguridad e Higiene en el Trabajo, allá por el año 1971, ya indicaba en el artículo 82 que en aquellos centros de trabajo que “ofrezcan” peligro de incendio se adoptarán las “prevenciones” adecuadas como disponer de extintores visibles y accesibles en la proximidad de los puestos de trabajo con mayor riesgo.

Actualmente, el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, indica que estos deberán ajustarse a lo dispuesto en la normativa que resulte de aplicación sobre condiciones de protección contra incendios, es decir, en el ámbito laboral, el Reglamento de seguridad contra incendios en los establecimientos industriales, aprobado por Real Decreto 2267/2004, de 3 de diciembre, y el Código Técnico de la Edificación (CTE), aprobado por Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo, son los que establecen el número y características de los extintores en función de la actividad que se desarrolla, y el Real Decreto 513/2017, de 22 de mayo, por el que se aprueba el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios, es el que se encarga de regular los aspectos relacionados con el diseño, instalación y mantenimiento de los extintores.

En el ámbito residencial hasta la promulgación de la NBE CPI del año 96 no era obligatoria la instalación de extintores en las zonas comunes. Ese hecho provoca que existan muchos edificios que, salvo que hayan realizado una reforma importante en la que se deberían de haber adaptado a la normativa vigente, no se encuentran protegidos por este tipo de elementos. Pero debido a lo aconsejable de su instalación por razones obvias (a más antigüedad mayor riesgo de incendio por deterioro de instalaciones), los beneficios que aporta y la presión de las aseguradoras, muchas comunidades han procedido a su instalación.

Dentro de la vivienda, cada propietario es responsable de la seguridad de la misma de cara adoptar las medidas que sean necesarias y ya sea porque se trate de una vivienda aislada, por la antigüedad del edificio o por que ha decidido aumentar la seguridad contra incendios, muchos propietarios optan por contar con extintores en su interior.

Al no existir una normativa legal, el número y tipología de estos los debemos de elegir en función de las características de la vivienda, así como del contenido y de la distribución del mismo. Es importante recordar que hay que tener en cuenta siempre la caducidad y que son equipos que se deben de mantener, de acuerdo con las instrucciones del fabricante, de manera que estén listos para poder ser usados en cualquier momento.

Según datos de UNESPA (Asociación empresarial del seguro), en España se producen unos 103.000 incendios al año llevándose la vida de unas 200 personas.

De todos ellos aproximadamente 2.000 producen daños cuya reparación supera en un 25% la suma máxima asegurada, lo cual puede suponer un desembolso muy importante para cualquier empresa o particular.

Accesibles, efectivos y fáciles de usar, el extintor es el medio de protección contra incendios que más daños tanto personales como materiales es capaz de evitar debido a su amplia implantación. Ya sea en una vivienda como en un centro de trabajo, en combinación con un sistema de detección, aumenta exponencialmente las posibilidades de superar un incendio sin daños. Y ahora, ¿le parece adecuada la distancia al extintor más cercano?…

Si quieres conocer como se usa de manera correcta un extintor, accede aquí

 

Autor: Víctor Ruiz

Técnico Referente en Emergencias de Valora Prevención