24 May Día Mundial Sin Tabaco
En España mueren unas 95.000 personas al año a causa del tabaco, el 10% de ellas no fumaron nunca, eran fumadoras pasivas. Los datos son los del estudio realizado por el Ministerio de Sanidad sobre la mortalidad, y publicado en 2023. Hablamos de más de 260 muertes al día. Pocas causas de muerte alcanzan esas cifras y sin embargo esta es fácilmente evitable.
Los daños del tabaquismo nos repercuten a todos. Se estima que el tabaco es responsable de hasta un 36% de cánceres a nivel mundial y de hasta el 22% de las muertes por cáncer. Estas personas necesitan de servicios sanitarios costosos que se podrían emplear en enfermedades más difíciles de prevenir. Las familias se ven limitadas por las necesidades de apoyo y acompañamiento del pariente enfermo, sus ingresos económicos se reducen, su calidad de vida se ve claramente mermada.
La balanza económica entre costes del tabaquismo e ingresos fiscales esta totalmente descompensada. El estado gasta tres veces más de lo que ingresa con los impuestos directos, tal y como denuncian los estudios del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
La incidencia del tabaquismo en el ámbito laboral necesita de mayor difusión para tomar conciencia de todo el daño que genera. Gran parte de este daño es a medio y largo plazo y cuanta menor es la inmediatez, más facilidad para distorsionar la realidad.
Entre las personas que trabajan el 35’6% realizan un consumo diario de tabaco, 3’3 puntos por encima de la población general.
La población de origen español fuma mucho más que la proveniente de otros países, hay 14 puntos de diferencia.
El ámbito laboral sufre una serie de repercusiones muy estudiadas y variadas.
- Más bajas, y más largas.
- Ausencias más frecuentes y largas, del puesto de trabajo.
- Rotación del personal.
- Tensiones en los equipos de trabajo.
- Riesgo de incendios.
Estas repercusiones conllevan unos costes para las empresas españolas, que superan los 7.000 millones de euros anuales, según datos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo.
Diversos estudios, entre ellos los realizados por el Centre for Economics and Business Research (CEBR), y el realizado por Jobatus.es., han valorado el coste económico de una persona fumadora para la empresa. Contemplan el tiempo dedicado a fumar en cada jornada y el incremento en el número y duración de las bajas. Ambos estudios cifran en aproximadamente un mes menos al año, el tiempo que trabaja el personal fumador, frente al personal que no fuma.
De los daños del tabaco se tiene conciencia a medio y largo plazo. Pero los beneficios de dejarlo son casi inmediatos y cada vez más sorprendentes, según avanza la abstinencia.
La calidad de vida del colectivo laboral se transforma en calidad de la empresa, una realidad todavía más importante cuando trabajamos más años.
Ganar en salud va a dar calidad a la vida y al trabajo.
Fernando Ribas de Pina Pérez | Proyecto Hombre Valencia
