13 Mar El envejecimiento de la población trabajadora: Una realidad a abordar en las empresas
Una realidad manifiesta a partir de los siguientes datos:
- La tasa de natalidad ha pasado de 15,22 en 1980 a 7,6 en 2022.*
- La esperanza de vida ha pasado de 75,49 años en 1980 a 83,3 años en 2022.*
- Las personas con una edad mayor a los 55 años ha crecido un 19,8 % en la última década mientras que si nos centramos en la población activa española en esta franja de edad (mayor de 55 años) la población activa ha crecido un 48´2% en la última década.*
*Fuente INE
Ante estas cifras, las empresas españolas se enfrentan al reto de vencer esta amenaza y aprender a gestionar el llamado “envejecimiento activo” que, a falta de regulación específica, las políticas empresariales (incluida la prevención de riesgos laborales) tienen que ir encaminadas a lo que se ha convertido en una prioridad. La gestión de la salud directamente relacionada con la edad en la población activa.
Gestión del “envejecimiento activo” o gestión de la edad. ¿Amenaza u Oportunidad?
¿Quiénes son los trabajadores de edad avanzada? Algunos autores establecen una diferencia entre trabajadores maduros, los mayores de 45 años y los trabajadores de edad avanzada que serían los mayores de 55 años hasta la edad de jubilación que además en 2027 habrá pasado progresivamente de los 65 a los 67 años.
¿Por dónde encaminar las políticas empresariales?
Las investigaciones reflejan que el rendimiento de los trabajadores y trabajadoras veteranos no es inferior al de los jóvenes y aunque algunas capacidades pueden verse mermadas, otros aspectos se fortalecen con el paso de la edad.
Las tareas relacionadas con alto nivel de destreza, la experiencia o la toma de decisiones mejoran con la edad. Por el contrario, aquellas tareas que requieren importantes esfuerzos físicos no suelen ser recomendadas para trabajadores de edad avanzada debido a la pérdida de capacidades físicas y sensoriales.
Según un informe publicado por CEOE, el 80% de los trabajadores de 55 años o más tienen algún problema de salud, al mismo tiempo, sigue aumentando la esperanza de vida, con lo que los problemas de salud son leves y están controlados, en definitiva, los trabajadores de edad avanzada están más sanos que hace 40 años.
Según un estudio elaborado por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el trabajo, afirma que las principales causas de bajas por enfermedad de larga duración está directamente relacionado con los trastornos musculoesqueléticos y las enfermedades mentales.
Principales cambios
Según la Guía para la gestión de la salud, del bienestar y de la adaptación del puesto de trabajo en trabajadores de edad elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo, en adelante INSST, los principales cambios que se producen a lo largo del ciclo vital son:
- Reducción de la movilidad articular
- Pérdida de fuerza muscular
- Disminuye la coordinación en la motricidad
- Disminuye la eficiencia del sistema cardiovascular
- Pérdida de visión y de capacidad auditiva
- Alteración del ritmo circadiano: mayores trastornos del sueño
- Metabolismo: recuperación más lenta de enfermedades comunes o lesiones y menor tolerancia al frío y al calor.
Asociando lo descrito en este informe, estos serían los riesgos que peor van a tolerar los mayores de 55 años son:
- Manejo manual de cargas
- Posturas forzadas
- Movimientos repetitivos
- Trabajos en altura
- Carga física
- Tareas de precisión visual
- Turnicidad/ nocturnidad
- Estrés térmico al frío o al calor
- Ruido
- Alta exigencia en el trabajo relacionada con altos ritmos de trabajo o uso de nuevas tecnologías.
¿Cómo podemos gestionar la edad en las empresas? ¡Oportunidad!
En primer lugar, tenemos que conocer la plantilla actual de la empresa, como se distribuye la misma según los diferentes puestos de trabajo para poder implantar medidas encaminadas a la adecuación del puesto al avance de la edad (según posibilidades).
Una vez tengamos un “mapa por edad” de nuestra población activa en la empresa, toca establecer medidas con los trabajadores de edad avanzada que no pueden ser otras que:
- Evitar las tareas con altos requerimientos físicos a trabajadores de edad avanzada
- Evitar trabajos en altura
- Facilitar horarios diurnos
- Evitar exposición prolongada a altas temperaturas o temperaturas bajas extremas
- Evitar ritmos de trabajo altos
- Formación continuada tanto de riesgos como de nuevas tecnologías
- Realizar una vigilancia de la salud periódica
Al carecer de regulación específica, desde los servicios de prevención podemos ayudar a las empresas en la gestión de la edad desde diferentes ámbitos:
- Realizando exámenes de salud anuales donde los médicos especialistas en medicina de trabajo sean los que determinen si:
- los trabajadores de edad avanzada y los requerimientos del puesto de trabajo son compatibles o por el contrario se requiere de una adecuación, a la vez que valorar si debe considerarse a la persona trabajadora como colectivo “especialmente sensible” debido a su estado de salud y los requerimientos del puesto.
- Realizando evaluaciones de riesgo específicas a los trabajadores calificados como “especialmente sensibles”
- Proponiendo medidas de protección, ergonómicas o de organización del trabajo para adaptar el puesto a la persona.
- O evaluar de manera específica desde un punto de vista ergonómico y la exposición a los riesgos con origen ergonómico y/o psicosocial proponiendo medidas para minimizar la exposición o sus consecuencias sobre la persona trabajadora.
Otros aspectos a considerar son:
- Aprovechar la experiencia de los trabajadores de edad avanzada como mentoría (relación de desarrollo personal en la cual una persona más experimentada o con mayor conocimiento ayuda a otra menos experimentada o con menos conocimientos) para la formación y enriquecimiento de las nuevas incorporaciones.
- Crear grupos de trabajo donde interactúen trabajadores de diferentes grupos de edad para aprovechar los puntos fuertes y el talento de las personas de mayor edad.
¿Cuáles son los beneficios de la gestión de la edad?
- Aseguran y prolongar la escasez de talento.
- Evitar pérdidas económicas derivadas de la pérdida de capacidades y/o la pérdida de experiencia.
- Reducción de rotación y costes asociados a la contratación para cubrir bajas laborales.
- Mayor motivación de las personas trabajadoras, tanto noveles como de edad avanzada.
- Trabajo en equipo, comunicación y mayor satisfacción laboral.
- Mayor rendimiento en el trabajo manteniendo la capacidad de trabajo y la empleabilidad a lo largo de la vida laboral.
Conclusiones
Ante la realidad del envejecimiento de la población activa, las empresas han de activar cuanto antes políticas para le gestión de este “envejecimiento activo”
Desde Valora Prevención aportamos como medidas a tener en cuenta que más puede ayudar a las empresas, la realización de los exámenes de salud periódicos para que sean los médicos especialistas en Medicina del trabajo junto con las especialidades técnicas, quienes establezcan la sensibilidad o no de las personas trabajadoras y prescriban acciones encaminadas a adecuar los puestos de trabajo por edad, evitando así el daño a la salud, las bajas laborales, la rotación o la pérdida de valor y experiencia.
Tenemos que dinamizar las capacidades en las empresas de implantar políticas activas que permitan aprovechar la experiencia y el talento de nuestros trabajadores de edad más avanzada en beneficio de las personas de nueva incorporación o de menor edad, favoreciendo un traspaso de información y el talento, con el objetivo de garantizar que el cambio generacional en la empresa se realice de manera óptima, garantizando así la continuidad y sostenibilidad en el tiempo de nuestras empresas.
Ana Belén González
Directora de Zona