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Evaluación de la exposición a gas radón en el ambiente laboral - Valora Prevención
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Evaluación de la exposición a gas radón en el ambiente laboral

El gas radón (en adelante Rn-222) es un gas noble, incoloro, inodoro e insípido que se produce de forma natural (ubicuo en la naturaleza) por la desintegración del uranio presente en los suelos y rocas de la corteza terrestre, también puede provenir de materiales de construcción cuyas materias primas contuvieran originalmente radón y de aguas subterráneas con radón disuelto.

Debido a su alta movilidad y su solubilidad en agua el gas radón generado en el interior de la corteza atraviesa los poros y grietas de la corteza mediante mecanismos de difusión pudiéndose acumular en sótanos y plantas bajas o llegar disuelto en el agua. Por su densidad superior a la del aire se suele acumular en las zonas bajas, pero en ciertas ocasiones se pueden detectar su presencia en plantas superiores por el denominado “efecto chimenea” que lo hace ascender por diferencias de temperatura y presión.

Efectos en la salud

El radón es considerado la fuente más importante de exposición a radiación ionizante natural en humanos. Está clasificado como carcinógeno de Grupo 1 por la IARC, siendo la segunda causa de cáncer de pulmón después del tabaco y la primera en no fumadores. Su riesgo se ve potenciado por el efecto sinérgico con el tabaquismo. El nivel de referencia que no se debería superar se ha fijado en España en los 300 Bq/m3 si bien la recomendación de la OMS seria no superar los 100 Bq/m3 . Según los datos aproximados publicados en el Plan Nacional Frente al Radón España[1] y el Libro del radón[2] de Sanidad, se sitúa como la segunda causa de cáncer de pulmón en España después del tabaco. Según las estimaciones del ministerio de Sanidad, alrededor del 4 % de las muertes por cáncer de pulmón en España se deberían a la exposición a gas radón residencial o laboral.

La problemática del gas radón: Origen natural

La concentración de radón presente en una actividad laboral depende de la zona geográfica, de los materiales del suelo y su permeabilidad, del tipo de edificación y de las soluciones constructivas empleadas (ventilación y aislamiento).  Centros de trabajo ubicados en zonas geográficas con alta concentración de radón en el subsuelo, con actividades en planta baja o bajo rasante y sin soluciones constructivas pueden tener altas concentraciones de radón en sus instalaciones. De entre todos los factores mencionados es el sustrato geológico sobre el que se asiente el edificio el más determinante para el nivel de radón presente.

Zonas de riesgo en España.

El nivel medio de Rn-222 en España es inferior a los 100 Bq/m3 siendo Galicia la zona de España donde se observan las mayores concentraciones. Otras zonas afectadas serian, Extremadura, Sierra de Madrid, algunas zonas de Cataluña y Pirineos, la zona oeste de Asturias, Castilla y León y las Islas Canarias.

En el documento básico HS Salubridad “HS 6 Protección frente a la exposición de radón[3]”, podemos consultar en su apéndice B de forma detallada la clasificación de municipios españoles en función del potencial de radón, aquellos identificados como zona II son los que presenta el mayor riesgo de exposición y  de actuación prioritaria conforme al plan nacional del radón.

El Consejo de seguridad nuclear (en adelante CSN) tiene elaborado y publicado el mapa del potencial de radón en España[4], donde se categoriza las zonas del territorio nacional en función de sus niveles de radón y, en particular, identifica aquellas en las que un porcentaje significativo de los edificios residenciales presenta concentraciones superiores a 300 Bq/m3.

Plan nacional contra el radón e España (en adelante PNR)

Aprobado en consejo de ministros el 09 de enero de 2024, el PNR tiene como objetivo principal proteger la salud de la población y las personas trabajadoras frente a los riesgos para la salud de la exposición al radón y busca reducir los efectos sobre la salud debidos a las exposiciones en ambientes interiores (viviendas, edificios de acceso público y lugares de trabajo) siendo los ejes estratégicos los siguientes:

  1. Conocimiento de la estructura básica
  2. Comunicación y concienciación
  3. Lugares de trabajo
  4. Zonas de actuación prioritaria
  5. Edificios

Dentro del ámbito de la prevención de riesgos laborales  el eje estratégico de  lugares busca reducir las exposiciones ocupacionales al radón y garantizar la implantación del nivel de referencia y el cumplimiento del límite de dosis para personas trabajadoras expuestas, para lo cual está previsto que el CSN junto con a la inspección de trabajo realicen campañas de sensibilización y concienciación mediante visitas a empresas para verificar el cumplimiento de la normativa.

Normativa de referencia en España: RD 1029/2022 [5] (RPSI) y el RD 1217/2024 [6].

Del mencionado R.D. extraemos como resumen las siguientes acciones/obligaciones:

  • Obligación para el titular del centro de trabajo de medir la concentración de radón en lugares de trabajo subterráneos, lugares donde se procese agua de origen subterráneo y todos los lugares situados en planta baja o bajo rasante localizados en Municipios clasificados en zona II.
  • Cuando se supere el nivel de referencia en promedio anual se deberán tomar las medidas preventivas oportunas de remediación / mitigación.
  • Cuando dichas medidas no sean efectivas se deberá realizar la estimación de la dosis efectiva mediante dosimetrías y clasificar como expuestas a aquellas personas trabajadora con una dosis superior a los 6 mSv por año oficinal. Las zonas con niveles de exposición superior a 6 mSv deberán estar identificadas y señalizadas.
  • El CSN podrá requerir a los titulares de lugares de trabajo con riesgo radiológico por radón el disponer de un Servicio de Protección radiológica y de un programa de protección radiológica
  • Los servicios de dosimetría y unidades de protección radiológica (UTPR’s) deberán estar autorizados expresamente por el CSN.
  • Una vez se disponga de las mediciones de promedio anual de radón si estas son superiores a 300 Bq/m3 el titular de la instalación deberá presentar la declaración de actividades laborales en las que existan fuentes naturales de radiación mediante formulario tipo ante el órgano competente de su comunidad autónoma. La declaración se realizará en el plazo de un año como máximo si todos los resultados son inferiores a 1000 Bq/m3 y en el plazo de un mes si alguna medición supera los 1000 Bq/m
  • El diseño de las medidas preventivas de mitigación, tanto constructivas como de ventilación deberán ser prescritas por la UTPR.

 

Método de toma de muestras y evaluación de la exposición.

La metodología a emplear para toma de muestras y evaluación debe ser la indicada en el documento del CSN (actualmente en borrador) NOR 19/001[7], mediciones a realizar según sus directrices y cumpliendo con la norma ISO 11655-4:2021 mediante detectores pasivos de trazas de partículas alfa, a colocarse un mínimo de 3 meses en las zonas y dependencias ocupadas por las personas trabajadoras con un mínimo de 50 horas/año; detectores que deben ser analizados por un laboratorio acreditado conforme norma UNE-EN ISO/IEC 17025.

En cuanto al número y ubicación de los detectores, dependerá de las zonas de exposición homogénea identificadas (área de un edificio o instalación tal que sus características relativas a la entrada y propagación del radón hagan que la concentración de este gas en todo su volumen sea homogénea o muy poco variable) y de las dimensiones de lugar de trabajo conforme lo indicado en NOR 19/001 y según el  siguiente criterio:

  • Detectores situados a una altura no inferior a 50 cm sobre nivel del suelo,
  • A una distancia de más de 30 cm de paredes exteriores y a más de 10 cm de otros objetos,
  • Nunca dentro de armarios ni próximos a corrientes de aire (ventiladores, ventanas) o fuentes de calor.
  • También se evitará la colocación de los detectores en zonas expuesta a luz solar directa, en el alfeizar de ventanas, sobre radiadores, televisores y otros aparatos eléctricos, campanas extractoras ni en el interior de cuartos de baño.

Durante el periodo de medición debe seguirse con los hábitos de ocupación ordinarios del centro de trabajo. Si existen soluciones de protección frente al radón en el edificio o centro de trabajo (como espacios de contención ventilados o sistemas de despresurización), estos deberán mantenerse en el régimen habitual de funcionamiento.

Dado que los detectores van a ser colocados durante largos periodos de tiempo en zonas ocupadas por las personas trabajadoras o visitantes se recomienda la señalización de estos indicando el propósito que tienen y el tiempo que van a permanecer colocados, además es muy conveniente fijarlos de forma firme a una superficie adecuada para evitar el cambio de ubicación durante el periodo de medición.

Si bien la medición de larga duración mediante detectores pasivos es la metodología adecuada para obtener la concentración media anual, la utilización de medidores de radón en continuo, convenientemente calibrados y certificados, puede aportar información valiosa de cómo evoluciona la concentración durante el dia, las diferencias de concentración entre el dia y la noche, entre turnos, en periodos de ocupación, fines de semana,  además de servir para verificar la idoneidad de las medidas preventivas implantadas.

 

Medidas preventivas de mitigación del gas radón:

Es difícil dar reglas generales aplicables a todas las situaciones en que pueda existir radón en un interior ya que la experiencia está demostrando que no hay dos edificios iguales y que las medidas a tomar dependerán del tipo de edificio, de su construcción y de la utilización que se le dé. Sin embargo, en líneas generales, las principales acciones constructivas que podrían tomarse para limitar la entrada y/o el nivel de concentración de radón serían las siguientes:

  • Despresurización del espacio entre el suelo del edifico y el terreno para reducir la entrada de radón.
  • Aumento de la tasa de ventilación del edificio para facilitar la eliminación de radón. Este es uno de los métodos más asequibles, pero hay que evitar que se generen depresiones en el edificio que pueden tener un efecto contrario.
  • Recubrimiento de los elementos (suelo y/o paredes) que presenten una emisión de radón elevada y así reducir la acumulación de radón en el interior del edificio.

Para niveles de radón medidos inferiores o próximos al nivel de referencia fijado un aumento de la ventilación general o combinada con la forzada puede ser suficiente para reducir los niveles a valores por debajo del límite, en cualquier caso, las medidas que se implanten serán aquellas recomendadas por las UTPR’s acreditadas por el CSN. Las medidas de tipo constructivo para mitigar el radón deberán ser prescritas por empresas de construcción y rehabilitación especializadas en gas radón. Para ampliar información de las medidas aplicable se recomienda la lectura de la guía de rehabilitación frente al radón [8]

A nivel organizativo la medida más eficaz y menos costosa seria reducir los tiempos de exposición y establecer rotación entre las personas trabajadoras para evitar la permanencia prolongada en zonas con alto nivel de gas radón.

 

Vigilancia de la salud.

Actualmente no se dispone de un protocolo sanitario para la vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos. Según lo indicado en el Libro del Radón no existen guías o recomendaciones para realizar una vigilancia de la salud específica para trabajadores expuestos, a nivel nacional o europeo, y el protocolo de vigilancia de radiaciones ionizantes presenta limitaciones en su aplicación a estos trabajadores.

En tanto se disponga de un protocolo para el gas radón en España la recomendación para la vigilancia de la salud de los trabajadores expuestos seria en general la realización de una historia clínica centrada en tabaquismo y antecedentes respiratorios, evaluación periódica individualizada del riesgo y la valoración del uso de pruebas de imagen de baja dosis en poblaciones con riesgo elevado y exposición prolongada.

 

Uso de EPI’s respiratorios

Aunque el gas radón no puede ser retenido en los filtros de las mascarás si lo hacen sus descendientes sólidos radiactivos (productos de desintegración). Varios estudios experimentales[9] han demostrado que el uso de mascarillas tipo FFP2 o FFP3 puede retener cerca 98% de los descendientes sólidos del radón, lo que contribuye a reducir la dosis efectiva en los pulmones.

El uso de mascarillas auto filtrantes en ciertas condiciones puede ser una medida preventiva eficaz, sin olvidar que siguiendo con los principios de la actividad preventiva el empresario deberá primeramente implantar otro tipo de medidas colectivas, en el caso del radón, medidas de remediación para limitar al máximo las dosis recibidas por las personas trabajadoras.

La exposición laboral al gas radón representa un riesgo real pero gestionable si se implementan las medidas adecuadas. La normativa actual, encabezada por el Real Decreto 1029/2022, establece un marco claro para identificar y controlar esta exposición, obligando a realizar mediciones y aplicar medidas correctoras cuando se superen los niveles de referencia. La clave está en una correcta evaluación inicial, la planificación de actuaciones específicas en función del tipo de lugar de trabajo, y la implicación activa de las empresas, servicios de prevención y UTPR’s.

Las medidas más eficaces de remediación serán siempre prescritas por empresas especializadas en Radón y soluciones constructivas.

Aunque todavía no existe un protocolo específico de vigilancia sanitaria, las recomendaciones provisionales permiten avanzar en la detección precoz de posibles efectos. Finalmente, el uso de EPI’s como medida complementaria, aunque útil, nunca debe sustituir a las medidas colectivas y técnicas. La gestión del riesgo por radón debe integrarse de forma plena en la estrategia preventiva de las empresas, especialmente en zonas con alto potencial de emisión.

 

[1] Plan nacional frente al radón en España (Ministerio de Sanidad – Áreas – Sanidad ambiental – Riesgos ambientales – Radón)
[2] Revisión de evidencia y buenas prácticas sobre vigilancia sanitaria específica en personas expuestas radón ocupacional. Libro_del_Radon.pdf
[3] Real Decreto 732/2019, de 20 de diciembre, por el que se modifica el Código Técnico de la Edificación, aprobado por el Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo. Disposición 18528 del BOE núm. 311 de 2019
[4] Mapa del potencial de radón en España (Mapa del potencial de radón en España – CSN)
[5] Reglamento de protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes, aprobado por Real Decreto 1029/2022 de 20 de diciembre de 2022 (Real Decreto 1029/2022, de 20 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes.)
[6] Real Decreto 1217/2024, de 3 de diciembre, por el que se aprueba el Reglamento sobre instalaciones nucleares y radiactivas, y otras actividades relacionadas con la exposición a las radiaciones ionizantes. (Disposición 25205 del BOE núm. 292 de 2024)
[7] Proyecto de Instrucción del CSN, por la que se aprueba el listado de municipios de actuación prioritaria contra el radón y se establecen directrices para las mediciones de radón en el aire interior de los centros de trabajo ubicados en ellos (Microsoft Word – B-1 IS NOR-19-001 a CE)
[8] Guía de rehabilitación frente al radón ( https://www.codigotecnico.org/Guias/GuiaRadon.html)
[9] Science Direct : Estudio de la eficacia de filtración de la progenie radón en mascarillas faciales

J.E. Martínez,B. Justa,G. Verdú (Estudio de la eficiencia de filtración de la progenie de radón en mascarillas faciales – ScienceDirect)

Radon Progeny Adsorption on Facial Masks Annika Hinrichs,*, Claudia Fournier , Gerhard Kraft and Andreas Maier (Radon Progeny Adsorption on Facial Masks)