Con 15 años te ofrecen, pruébalo, no pasa nada… y a los 17 ya se convirtió en un hábito que se prolongó 20 años más.

Fumaba una cajetilla al día, tal vez en épocas de tensión algo más. Había pensado en dejarlo muchas veces, por salud principalmente, pero nunca lo había hecho. A finales de 2005 empezaron a cambiar las leyes y ya no se podía fumar en cualquier parte.

A mi me gustaba fumar en mi despacho, trabajando, mi compañero de despacho era médico y si yo encendía un cigarro él abría la ventana, ¡imaginad lo que era fumarse un cigarro en noviembre…! Pensé: “como ya no puedo fumar en el despacho vamos a dejarlo”. Me propuse empezar el 2006 y no fumar.

No fue fácil, me dieron algún truco, beber mucha agua. Si tenía ansiedad por el tabaco, bebía agua. Sentía mucha ansiedad sobre todo si a mi alrededor alguien fumaba.

Ahora me noto mucho mejor de salud, una cosa que me llama mucho la atención es que he recuperado el sabor de muchas comidas, he dejado de usar la sal, antes abusaba de ella para conseguir sabor en las comidas. Además, ahora no soporto el olor a tabaco.

Por otro lado, el ahorro, lo calculo en 1.500 euros anuales, por 17 años que estuve fumando, son 25.500 euros.

Que nadie dude en dejar de fumar, va a mejorar su estado físico, mental y va a recuperar el sabor auténtico de las comidas. ¡Que se pase al bando de los que lo hemos conseguido!