Empecé a fumar con 15 años, porque mis amigas fumaban, empiezas a salir lo pruebas… y yo también quería fumar.

Durante 7 años estuve fumando a diario principalmente cuando salía, poco antes de dejarlo, fumaba un paquete de liar que me duraba unos 10 días.

A mi padre le diagnosticaron hipertensión, y el médico le recomendó dejar de fumar. Me pidió dejarlo juntos y así lo hicimos. Nos marcamos un día para dejarlo y semanas antes acudimos al médico para que nos guiara en el proceso. La noche de antes a la fecha marcada, nos fumamos el último cigarro juntos y tiramos a la basura todo lo que nos quedaba.

Los tres primeros días fueron los peores, salía a la calle y solo veía gente fumar. Me ayudaba a calmar la necesidad de fumar comer pipas. Estaba más nerviosa de lo normal, pero a las dos semanas los síntomas de necesidad se fueron calmando… y hasta hoy. Principalmente he notado una mejora en mi olfato, y ahora la gente que fuma me molesta, no soporto el olor a tabaco.

Desde luego si alguien tiene intención de dejarlo, le animo a que lo haga, cuesta, pero se consigue. A parte de mejorar la salud, se nota un ahorro significativo de dinero.